martes, 19 de octubre de 2010


Ese amasijo interminable, infinito que se desprende de nuestras mentes; las millones de percepciones; los tantos mundos, el TODO - la NADa, nos mutilan de a poco las ideas.
El entendimiento físico, la filosofía contemporánea, la lógica matemática, el desinterés artístico, la asfixia literaria, la realidad científica, la inocencia mundana. Somos eso: TODO y NADa.

La magnificencia de la luna pletórica sobre nuestras cabezas inunda cada cosa que se pudiera pensar... abyecto ser pragmático, caen lento los trazos de tu mundo.

Abierto arcoiris, que congela los ojos humanos, eres tan cierto y tan frágil como una paloma. EL negro, lo blanco; reflejos absurdos de livianas ondas con mayor o menor frecuencia.
Escuchas, entiendes. Sólo sonidos que captan sensores al costado de tu cabecita de manzana. Objetos, denominaciones, significados; vagos: filtros de nuestra esencia.

Más o menos->nos determinan las condiciones.

Inteligencia ¿Superarma para decubrir el mundo? ¿Un mundo? ¿POR QUÉ? Inteligencia vana; de nuevo significados triviales de lo que nuestra predisposición moral caótica y social considera primordial para morir felices.
¿MUERTE-FELICIDAD?
También suele creerse en almas supraterrenales que nos ofrecen la gracia de la vida eterna.

Somos esa efímera ráfaga de viento, una minúscula fuerza en el espacio... que NO incide, ni se comunica necesariamente; sino que interactúa con otras manifestaciones que también SON.
ESO.

Sólo

SOMOS

El mundo, las galaxias, el universo... hasta donde los satélites nos dicen...

Todo lo que podemos y no podemos lo creemos cierto; los culpables: nuestros sentidos.

NADA