martes, 7 de enero de 2014

Carta a Ovalis.

Estoy específicamente en Sant Celoni, y todo esto ha sido desbordante, sobretodo por Baudelaire. Ya no sé lo que es estar sobria: de ruido, de pensamientos, de sentimientos, de nada. Hay un remolino en mi cabeza constante, agitado, infinito, que se mueve y me hace girar de un lado a otro, de otro a un lado, y todo vuelve. Me muevo rápidamente entre colores difusos, con la sangre caliente, música para mis oídos, niñas asustando a la gente -yo las adoro-, risa infinita, juego de desconocidos, voces trémulas. Gárgaras de un desconocido que hizo pender mi vida de un hilo no es más que una foto de agua en mi mente serena. Hay mucha vida como para llorar enfermedades venéreas, y demasiado amor gratuito como para mendigar uno de aire. Camino angosto, caras nuevas, siempre nuevas, aquí no conozco a nadie, VIENE VIDA, acá soy fuego oscilando entre las avenidas, yendo en dirección cualquiera, tras el capricho del viento. Me apago, me enciendo. Salgo por las orillas, quemo el suelo; nadie sabe qué pasa por mi cabeza, porque de tanto rodearme de humanos, he aprendido a dramatizar el diálogo perfecto para ser considerada como tal. Cuando me aburro desgarro súbitamente el esquema previsto, haciendo que el espectador abra los ojos tanto como le sea posible.  Entonces voilà! Reacción, y no somos autómatas.

2 comentarios:

  1. Ancud, postrado en una cabina de 0x0 sin luz solar y con olor a colonia o a esos desodorantes ambientales artificiales, esos que intentan imitar el olor del bosque o de la lavanda pero que sólo consiguen olor a retrete y náusea.

    Mientras afuera... afuera sol, afuera viento, aire, mar, campo, trigo, casitas, colores, formas, subidas, bajadas, autos, motos, mochilas, bicicleta en taller, tiendas, artesanía, árbol, plaza... ; sustantivos, substancias, seres, cosas; no adjetivos, no impresiones, no sentimientos, no vivencias, sólo entes y ser, ser en el ente, ser de lentes, ser en el lente, ser entre, ser corriente, seres dementes, frente: detente.

    En la mañana amaceció pero a esta hora comienza a lentecer, poco a poco, hasta que los lentes pierden su luz y luego la recuperan lentemente, de modo artificial, luz fría, luz de cristal, de vibraciones que viajan por cables, de ondas, de partículas, de señales, de conceptos, de todo menos de vida.

    No hay nada como el fuego, turnmeon.

    Nif.

    ResponderEliminar